Biografía Musical

Una vez más tengo el placer de presentar otro trabajo de mi buen amigo el Dr. Sabán, en el que ha invertido años, que contiene lecciones de nivel alto, dirigido especialmente a guitarristas en formación, con la intención de que les sirva para aprender con rigor y, al mismo tiempo, disfruten haciéndolo. Yo mismo, que no he pasado de una fase elemental en el estudio de la guitarra, he esperado también este momento aunque solo sea por el placer de escuchar una colección de piezas magistrales de una hermosa música, interpretada por quien también ha sido mi  maestro. Quisiera lograr  que este mensaje mío ponga de relieve dos premisas fundamentales para el aprendizaje en profundidad de la guitarra,- imprescindibles si pretendemos tocar partituras tan elaboradas-, e implícitas en la trayectoria vital, profesional y musical de José Sabán; me refiero al esfuerzo y la afición o, si lo prefieren, a la disciplina y la pasión.

Históricamente, tal vez sea en el colectivo de los profesionales de la Medicina donde, por razones fácilmente imaginables, podemos encontrar frecuentemente personas que se dedican a actividades “paralelas” ajenas al mundo de la bata  blanca y el fonendoscopio que, en ocasiones, han  llegado a alcanzar cotas dignas de especial mención. Este es, sin duda, uno de esos acontecimientos.  Al hilo de esta anécdota quizá surjan en sus cabezas, como en la mía, algunos nombres de sobra conocidos a los que tendremos que añadir, tiempo al tiempo, el del médico y músico que nos ocupa.

Dicho esto, paso a  contarles a grandes trazos la trayectoria profesional de este hombre, ejemplar por tantas razones, y  aquella otra, la que podríamos calificar de… lúdica, resultado de años estudiando, adaptando e interpretando. Me estoy refiriendo a esa, su pasión hecha sonido, que se llama bossa, jazz, blues.

Y no por ser su amigo, le he obsequiado unas líneas más arriba con tan rotundo adjetivo, que no soy hombre dado a repartir lisonjas inmerecidas,  sigan leyendo y juzguen por sí mismos.

Nace José Sabán en  el año 1955, en Córdoba, en el seno de una familia modesta, de clase trabajadora, de las que vivían en el Barrio de San Lorenzo; algunas de ellas ganándose el jornal en los campos todavía cercanos en aquel tiempo.  Su abuelo, el que le enseñara los primeros rasgueos en la guitarra, sin ir más lejos, era pastor.

   El barrio,  algo alejado del casco histórico de la Ciudad de los  Califas, como la ciudad misma, estaba destinado a una inevitable y paulatina transformación y desarrollo, que le “envolvieron” junto con la Iglesia del siglo XIII que le da su nombre (San Lorenzo).  

Siendo aún un niño, proliferaban en su entorno esos puntos de encuentro con el flamenco que eran las corralas. Cantes y toques se grabaron en la fibra más sensible de su joven corazón de andaluz para surgir años después, a instancias de la fuerza evocadora de su ciudad -que ahora tiene lejos-, de sus gentes, de su cultura doméstica, a través de las cuerdas de su guitarra o del análisis musicológico de los diferentes “palos”.

Al final de la década de los cincuenta, aparecen en el centro de Córdoba esos locales nocturnos llamados boîtes, donde comienza a oirse el blues la bossa, el jazz y otros estilos surgidos de este último, el rock and roll y el soul, como fueron también hijos de áquel el pop de los años 60 y el rock de los 70, el que tocaran Credence, Doors, Rolling, Who, Led Zeppelling, Buffallo Springfield, Crosby, Stills and Nash… entre otros. Este rock de nueva generación es el que llamó su atención sobre esta música de importación. Es obvio que todo lo sucedido en los años 50 y 60 pasara inadvertido en razón de su corta edad.

A los trece años, tres después de recibir sus primeras  lecciones, ya formaba parte de un grupo llamado “Quinto Escalón”. Cuando cumplió los quince era guitarra solista de “Trócola”, uno de los conjuntos destacados de aquel momento, que se reunía para “trabajar” cerca de la Judería, junto a las murallas. En ambos grupos el  amparo  y enseñanzas de su hermano mayor, Paco,  fueron factores determinantes en esta primera etapa de desarrollo musical.

         Además de iniciarse en el rock en este emblemático lugar, allí se inspiraron sus primeras composiciones de corte clásico que aún conserva pero que no satisfacían  plenamente a un espíritu inquieto, creativo y apasionado como el suyo, proclive a la libertad interpretativa. Necesitaba de la música que su estado emocional le inspirara en cada momento para tocarla sin limitaciones.

              Al mismo tiempo, cuando esto sucedía, cursaba la enseñanza media como becario en el colegio La Salle de su ciudad donde simultanea diferentes prácticas deportivas (atletismo y fútbol) con la música de su rondalla.

Siendo  estudiante de Medicina se paga sus estudios con lo que recaudaba en las actuaciones de la Tuna Universitaria, de la que era bandurria y  miembro fundador, y cuyo Director musical, el prestigioso y laureado Rafael González, le enseña  lenguaje musical, paso importante para alcanzar los  objetivos  que bullen en su cabeza.

         En 1978, es decir, cuando contaba 23 años, ya era un jovencísimo Doctor que había obtenido el Premio Extraordinario Fin de Carrera, ingresando de inmediato en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid para hacer la especialidad de Medicina Interna y hacer su tesis doctoral sobre un campo que le apasionaba  profundamente por ser un reto permanente, el de la enfermedad diabética, todo ello tras amagar especializarse en Cardiología. Luego veremos cómo le busca las vueltas a la vida para acabar relacionando  las tres especialidades.  

Como se ve, no es la amistad precisamente la que me ha movido a proclamar la ejemplaridad de su conducta, de su trayectoria universitaria y profesional, de los niveles alcanzados,  de la tenacidad que pone en todo lo que hace,  que le convierten, sin duda, en  un “modelo a seguir”; particularmente, para aquellos que  decidan emprender el difícil camino de la música y accedan a su web musical.   

        Su instalación definitiva en  Madrid pondrá de nuevo a prueba su capacidad de trabajo, su inconformismo, su aptitud frente a los retos, particularmente en su labor como médico internista y diabetólogo, orientando en los últimos 20 años su actividad clínica e investigadora al “endotelio”, capa interna de las arterias, que de la mera definición en  Biología va a convertirse,  bajo su original y pionero enfoque,  en objeto de su estudio como factor clave en la génesis y evolución de la enfermedad vascular relacionada con diversas patologías, siendo precisamente la diabetes su enfermedad prototipo.

     Este salto de la biología a la clínica resulta ser un hito sin precedentes en la Medicina española, fruto de su tenacidad, entre la incomprensión y los problemas que genera una línea vanguardista en un  hospital asistencial; problemas que, como era previsible en él,  no le impedirán  sentirse totalmente realizado  y entregado al servicio de sus enfermos.

         En el año 2OOO es Responsable Coordinador de la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica con una obsesión constante: la prevención del infarto de miocardio,  aunque  su cargo no haya sido reconocido oficialmente en el organigrama del Hospital, situación que ni le preocupa ni le desanima.

       Su afán por la docencia lo canaliza como Profesor Asociado de Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares desde el año 1989 y en su preocupación por el médico postgraduado escribe y publica los textos de los que es autor, impresos por la Editorial Díaz Santos, en 2009 y 2012 respectivamente, con los títulos: “Control Global del Riesgo Cardiometabólico”, (primer y único tratado en castellano de una nueva medicina, la llamada Medicina Cardiometabólica), y “Manejo de la Hiperglucemia Intrahospitalaria”, el único libro que aborda con precisión la importancia del control del azúcar en los pacientes hospitalizados.

Con ambos libros alcanza su madurez profesional por ser atrevidos, innovadores y en parte provocadores, abriendo los ojos de los jóvenes médicos hacia la importancia del por qué de las enfermedades, la prevención de las complicaciones, la anticipación diagnóstica, el tratamiento precoz, el seguimiento continuado del enfermo y sobre todo con una visión ambivalente, mirando no solo al pasado y su historia sino lo más importante, al futuro, tal como lo hacía el dios Janus en la Roma antigua,  siendo este guiño al futuro una obsesión permanente en su quehacer profesional. Esta visión futurista le ha llevado en fecha muy reciente a crear una línea de trabajo sobre alimentos, complementos y suplementos alimentarios y su relación con el endotelio y la salud cardiometabólica, de la que se ha hecho eco de forma inmediata gran parte de la prensa nacional.

Hasta aquí, en apretada síntesis, su actividad profesional  desde que comenzara los estudios en su Córdoba natal. Una carrera brillante fruto del trabajo, de la perseverancia, del sacrificio personal, de su inconformismo, que reitero a propósito,  porque es la clave de las conquistas en cualquier campo en el que planteemos nuestros retos.

         Su alter ego, el músico que lleva dentro desde que era un niño, sigue ahí, en lo más íntimo de su sensibilidad creadora y cuando la consulta, los congresos, la docencia diaria y las intervenciones en TV, radio y prensa se lo permiten, encuentra siempre el momento para “refugiarse” en su guitarra,  para estudiar, improvisar y hacer planes.

        Ahora no tiene las limitaciones, ni la falta de recursos de sus años juveniles. Puede acceder a nuevas oportunidades para aprender, para hacer música junto  a profesionales que le enseñarán algo nuevo, algo más…solo su “handicap” es el tiempo o, mejor dicho, la escasez de tiempo.

        En un corto periodo de inactividad con la guitarra, cuando tenía 24 años,  se dedicó al estudio del teclado como forma de acceder al conocimiento de la armonía musical, porque como suele decir, “en el piano la armonía la puedes ver delante de tus ojos mientras que en la guitarra cuesta mucho más y muchas veces la tienes que imaginar”.  A los 25 años retoma el instrumento de las 6 cuerdas para ya no dejarlo nunca. Pronto se incorpora, siempre  como guitarra solista,  a grupos pop-rock, rock, blues, soul, funky, reggae, como Rojo Congo, Soulfinger, Dark Soul o Berlín Blues para los que  compuso algunos temas.

      Hacia el año 2oo8  empezó a considerar como “menores”  los estilos musicales que tocaba en su banda comparándolos con el jazz y la bossa que llevaba estudiando desde hacía muchos años, decidiendo abandonar el grupo para dedicarse por entero a  músicas tan complejas, con el horizonte principal de la enseñanza. Seguramente, el aprendizaje del solfeo y la armonía en el año 90 con Ernesto Diaz “Pachu” (alumno de José Luis Valderrama, licenciado en armonía por Berkeley) en su Escuela de música Alternativa, influyeran de forma decisiva en esta selección pero sobre todo fue su trabajo fuera de la escuela, y por ello autodidacta, el que más influyó en José Sabán como músico.

        En este sentido, en el año 94 abandona la Escuela Musical, insatisfecho con las mecánicas escalas y progresiones,  para continuar el estudio musical directamente en las fuentes,  los temas standars del Real Book (Biblia de la llamada música alternativa),  interpretando a diario sus melodías y acordes y analizando la  armonía de los más grandes compositores de la Historia de la Música, a los que venera, hablamos de Duke Ellington, George Gerswin, Cole Porter, Irving Berlin, Richard Rogers, Fred E Ahlert, Glenn Miller, Jerome  Kern,  John Coltrane, John Lewis, Johnny Green, Mc David, Thelonious Monk, Vernon Duke, Victor Young, Wayne Shorter, Billy Strayhorn, Jobim, Carlos Lyra, Roberto Menescal o Luiz Bonfá.

       El análisis armónico de estas piezas maestras es considerado por el Dr fundamental para entender lo que se toca y para poder estudiar y comparar la evolución musical de las  diferentes décadas, el nacimiento y evolución del jazz y de la bossa, los matices diferenciales en la composición musical de diferentes autores y mas allá, el análisis de otros estilos musicales, incluidos los de músicas relacionadas con el jazz (blues, rock, rock´n roll, soul) y las muy alejadas del jazz y del bossa,  como las músicas jamaicanas (ska, rocksteady, reggae, dub)y el mismísimo flamenco, probablemente la música más alejada del jazz que existe, por mucho que se las pretenda fusionar.  

       Teniendo en cuenta lo previo, su decisión del 2008  fue la consecuencia de un espíritu inquieto y de un cambio de mentalidad, fruto de su madurez musical, gestado durante 18 años.  Lo sorprendente de la biografía del Dr es el solapamiento en el tiempo entre su madurez como profesional de la Medicina y el de su plenitud como músico y sobre todo como musicólogo.

        En los cinco últimos años, trabajó en dueto con conocidos contrabajistas de nivel nacional o local como Toño de Miguel y Rafael Fernandez Gil y con otros menos conocidos pero igualmente eficientes y rigurosos, como Thomas Kortman y Javier Liaño. De todos aprendió  a interiorizar la medida exacta del compas lo que le permitió además poder tocar con una simple guitarra músicas tan complejas (jazz & bossa)  concebidas para tocar en combo o en banda,  sin perder el tempode cada pieza, e  introducir en sus videos originales break que logra golpeando las cuerdas con la mano derecha, mientras la izquierda las mantiene tapadas o mutadas para lograr un sorprendente efecto de batería que he tenido la satisfacción y la sorpresa de escuchar.

        A esta carga de conocimientos, añade de su cosecha dos matices originales: los adornos en los solos con acordes al estilo pianístico y el recurso permanente del blues, utilizando  las notas de la escala blues sobre el modo relativo menor de la tonalidad de que se trate para conseguir un estilo jazzístico con personalidad y de más fácil aprendizaje que los complejos  y sofisticados solos de los virtuosos maestros del jazz, un tipo de solos que suelen impactar en los guitarristas jóvenes que estudian en las escuelas pero que no siempre llegan a todo tipo de públicos.

Durante más de 20 años, día a día, estudia 500 temas de jazz y 150 de bossa que considera esenciales, acotando para su enseñanza 170 y 55 respectivamente,  que nos los presenta interpretados con la guitarra “primer plano”, una tras otro, en esta web, con la particularidad de que cada una de las interpretaciones está realizada  sin interrupción. Es bien sabido que a diferencia de las grabaciones en audio,  en las que se permite los “típicos empalmes”, en las sesiones de vídeo musical esto no es posible.

Esta selección es en sí misma todo un repertorio del que, al menos numéricamente, no todos los  profesionales disponen  y que, en adelante, constituye  una colección de videos, con imágenes muy explícitas en la web,   que  este trabajador infatigable, minucioso, que este…médico-músico o músico-médico (yo mismo dudo que personalidad precede a la otra) pone a disposición de los guitarristas  decididos a aprender y que al mismo tiempo puede ser utilizado por otros instrumentistas.  El seguimiento riguroso de las partituras standards del Real Book facilita el  aprendizaje de cada una de las piezas por todo tipo de músico interesado en ellas.

         Es necesario que vaya terminando pero no lo haré sin atar el cabo que dejé suelto al comienzo de esta “comprimida” biografía, relacionando a su  protagonista con el flamenco que lleva dentro, que aunque no sea objeto de esta web,  no deja de ser parte de su personalidad como músico.

         Aquella semilla que, casi sin darse cuenta, fue depositándose ingrávida, blandamente, en la sensibilidad del muchacho que era entonces, en los encuentros de las corralas, en la tertulia improvisada en un rincón o plazuela de su barrio, esa música racial y pura, como la define ahora con acierto, arraigó muy adentro, ahí… donde se guardan las cosas que de verdad queremos.

         Música que, andando el tiempo, algunos han maltratado con eso que han dado en llamar “fusión”, lamentase con razón nuestro doctor, tan distante y tan distinta de la que sintieron y transmitieron El Pele, Talegón, Fosforito…, por citar algunos maestros de su tierra.

          El doctor Sabán analiza e interpreta esa música y plasma ese trabajo en su “Bases Armónicas de la Guitarra Flamenca”, libro de pequeño tamaño y denso contenido con una buena acogida dentro de nuestro país y una mejor fuera de él, como suele ocurrir. La falta de un material fiable, ausente en las bibliotecas de las ciudades más emblemáticamente flamencas como Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jerez, Huelva, Málaga, Granada…, casi convirtieron en “misión imposible” la realización de un proyecto que pretendía reivindicar una música tan nuestra, con la dignidad y el rigor que merece.

       Aborda el autor esta compleja tarea para satisfacer sus propias inquietudes al respecto; podría decirse que escribe para él y lo pone después a disposición de quien demande su trabajo; sigue en este campo las mismas pautas que cuando puso manos a la obra en los textos de Medicina que ha publicado: investiga, reúne datos, los ordena y… cuando quedan a su gusto, los publica.

       En su afán por saber algo más, no repara en acudir como aprendiz a las clases de guitarra de Miguel Linares o Juan Moreno Molinillo, “Moli” para mejorar su práctica flamenca. El resultado final es un trabajo redondo en el que se analiza con rigor la armonía del flamenco desde la más estricta ortodoxia,  completando  la pasión y el entusiasmo que únicamente han comunicado interpretes y “flamencólogos” sin conocimientos académicos de esta asignatura. Y para aquellos a los que mis palabras hayan podido despertar su interes por este pequeño gran libro, lo encontrarán  en la conocidísima tienda “El Flamenco Vive” o también, via on line,en Amazon.es/Amazon.com o en Trafford Publissing Editorial.

Es chocante la diferencia de aceptación del libro en el mercado externo y en el de nuestro país; consecuencia, sin duda, del nivel de conocimientos musicales o, mejor dicho, entre el conocimiento de los de fuera y la escasez de estudios de los de dentro. Quizás nuestros guitarristas flamencos, con gran esfuerzo, logren un sonido y un “compás” más genuinos pero sus recursos siempre serán limitados en creatividad frente a quienes les superan en conocimientos que les permiten hacer transposiciones, recorrer el mástil sin vacilaciones, utilizar menos las cejillas, improvisar, hacer arreglos y tocar en conjunto, en suma, ser mejor músico.

El reconocimiento de este libro en el extranjero es evidente cuando figura en la Haus der Musik de Viena y en las Bibliotecas Nacionales de Houston y Nueva York, donde se puede adquirir además en la librería más importante de la Ciudad de los Rascacielos, en Colony  Records de Manhattan, a unos pasos de Times Square.

Desde el barrio de San Lorenzo a las calles de Manhattan el nombre de José Sabán Ruiz ha recorrido una larguísima distancia, tanto como la que media desde las expectativas de aquel jovenzuelo responsable y cumplidor a las del médico de reconocido prestigio  y músico indiscutible que es hoy.

Así que, si ha “calado” en Vd. nuestro protagonista, si está cansado de “academias”; desde ahora, tome su instrumento, acceda a la web, pruebe, trabaje, y páselo bien mientras aprende. Yo mismo, a pesar de mis años, he recurrido al ordenador para disfrutar tocando ya que, por falta de tiempo, no he podido beneficiarme de los conocimientos de este gran hombre con cuya amistad me honro.

Domingo Chuliá

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